Controlando el gallinero
¿Quién es Moody Clock? Se trata de un relojito especial que tenemos en la pizarra de clase que les regala cinco minutos de juego al final de clase y que se pone contento o triste. Es una manera de controlar el volumen de clase, o cuando todos se ponen a hablar a la vez. Cuando esto sucede levanto mi mano y en silencio comienzo a contar con el dedo. Si se callan antes de llegar a cinco, el reloj está contento y mantienen sus cinco minutos de juego. Si tardan más, el reloj se pone triste y pierden un minuto.
¿Quién es Moody Clock? Se trata de un relojito especial que tenemos en la pizarra de clase que les regala cinco minutos de juego al final de clase y que se pone contento o triste. Es una manera de controlar el volumen de clase, o cuando todos se ponen a hablar a la vez. Cuando esto sucede levanto mi mano y en silencio comienzo a contar con el dedo. Si se callan antes de llegar a cinco, el reloj está contento y mantienen sus cinco minutos de juego. Si tardan más, el reloj se pone triste y pierden un minuto.
En caso de días especialmente alborotados donde pueden perder más
de un minuto se les puede dar la opción de recuperar los minutos perdidos si en
lo que queda de clase no hay que contar.
Es una herramienta que a mí me resulta muy útil. Se lo vi utilizar
a una profe de Segovia y me sorprendió lo bien que respondían los niños.
Para dar más parafernalia al asunto, tenemos una caja con
tarjetitas donde hay escritos varios juegos. Eso sí, han de ser juegos
sencillos que se puedan jugar en cinco minutos y que no requieran elementos
externos demasiado complicados. Los que yo tengo en la caja son en su mayoría
juegos infantiles de toda la vida (un limón y medio limón, juegos de memoria,
estatuas…). Una buena forma de encontrar estos juegos es buscar en cualquier
libro de juegos para niños.
También se les puede decir a ellos que si conocen algún juego lo
escriban en una tarjeta y la metan en la caja.
Para evitar repeticiones de juegos y que puedan llegar a cansarse, cada vez que jugamos a algo, lo sacamos de la caja. Cuando hemos jugado a todo, volvemos a meter todos los juegos y el encargado remueve, saca una tarjetita y ¡comienza nuestra recompensa!
Para evitar repeticiones de juegos y que puedan llegar a cansarse, cada vez que jugamos a algo, lo sacamos de la caja. Cuando hemos jugado a todo, volvemos a meter todos los juegos y el encargado remueve, saca una tarjetita y ¡comienza nuestra recompensa!
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